miércoles, 12 de octubre de 2011

JUEGOS PANAMERICANOS GUADALAJARA 2011

Después del Mundial de 1986 en México, el país no había tenido la oportunidad de ser nuevamente anfitrión de un evento deportivo de tal magnitud. Este mes de octubre, la perla tapatía se deleita con la justa deportiva más importante del continente americano. Por lo mismo, aquí les presento la historia de tres promesas de medalla que tuve la oportunidad de entrevistar. ¿Mi método? La vieja escuela del periodismo, buscarlos por medio de contactos telefónicos y pasar por un proceso burocrático para llegar a ellos.

La nueva Ana Guevara
Un viejo cubano grita extasiado ¡Récord Gaby, vamos Gaby, corre! Gabriela Medina acaba de romper con un segundo menos su marca personal en 600 metros. Ahora está en 1 minuto con 24 segundos. Exhausta se recuesta en la pista de carrera que el Comité Olímpico le ofrece para entrenar y respira controladamente para bajar su ritmo cardíaco.
La morenita tiene 26 años de edad, y con más de seis cuadros en el abdomen y sin un gramo de celulitis en sus perfectas y tonificadas piernas, es fácil olvidar el hecho de que por nueve meses cargo a su bebé: Jimena.
Era el año 2002; Raúl Barreda y Ana Guevara viajaron a la perla tapatía para conocer a la chavita de 17 años que en las Olimpiadas Juveniles había roto la marca nacional, impuesta por Guevara en dos años atrás.
“Yo era muy nombrada y Ana me eligió para acompañarla en una gira. ¡A mí, la más chiquita entre muchas!” Barreda, por su parte, la tomó como su pupila; ahora ella lo llama su “profe”.

Hasta ese momento, ella veía las pistas como un hobby y hasta jugaba fútbol. A partir de ese día, sus entrenamientos profesionales comenzarían.
Ella y Ana Guevara, son las únicas mexicanas en ir a un Mundial de Atletismo en competencia individual, pero su reto actual, consiste en brindarle al país la codiciada medalla de oro en los 800 metros de los Juegos Panamericanos que se llevarán a cabo en su hogar.
Con mínimo 6 horas diarias de entrenamiento, Gaby no siente miedo de competir en su tierra natal, y aunque la presión por ganar en Guadalajara persiste, lo termina por olvidar cuando recuerda que al fin sus padres podrán verla volar.

Ella misma está consciente de que sus días “no son normales”. Vivir concentrada para entrenar, no te permite salir a formar una vida social. Sin embargo, cada que existe la oportunidad de descansar “aprovecho para ir al cine y por el café con mis amigas”.

El abanderado
Juan René Serrano estudia Ingeniería Industrial en la UVM, tiene 27 años y el próximo 14 de Octubre será el encargado de portar la bandera de México en la inauguración de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 en el nuevo estadio de las Chivas, el Omnilife.
Sin separarse de su arco color blanco y con el misterio que provocan sus obscuros lentes, René aclara que el hecho no le causa ninguna presión, que más bien siente una gran responsabilidad al ser tapatío y poder lograr ser un buen representante para su estado. Asegura que Guadalajara le brinda mayor cobijo y confianza para competir.

Su disciplina consiste en saber manejar antiguas armas. Juan René nunca contempló al arco y las flechas como su futuro profesional y considera que su pasión incrementa en cada medalla, entrenamiento y torneo disputado.
Su propio padre fue quien le presentó el deporte de tiro con arco a los 14 años y a pesar de extrañarlo a él y a su familia, disfruta el poco tiempo libre para visitarlos, estar con su novia y hacer todo lo que se le pueda ocurrir para romper la rutina aunque sea un solo día.


La fuerza en los brazos y espalda es primordial, por lo mismo se levanta desde las 7 de la mañana para entrenar en el gimnasio de dos a cinco horas diarias. Pero Juan René esta consciente de que el físico no lo es todo y al narrar su experiencia en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, recordó que la concentración será básica para ganar la medalla.

“Un gran momento en mi vida fue el cuarto lugar en Beijing, me dejo con una espina, sentí angustia por quedar en cuarto y alegría por quedar en una semifinal olímpica y es un gran reto saber que lo puedo superar”



La number 1
15 minutos al día para descansar es mucho decir. Paola Longoria tiene lo que se llama una verdadera vida ocupada. Tanta, que hasta se queja cuando duerme, dice su madre. 

Saliendo de entrenar, recién bañada y lista para una de sus tantas sesiones fotográficas, la raquetbolista femenil número uno del mundo, no ha tenido tiempo ni de comer. Camina con prisa, sus tacones suenan y su Louis Vuitton se menea.
El gimnasio parece su hábitat natural. Confiada, se suelta a contar que en un día normal, la mitad es dedicado a estudiar Ingeniería Mecánica y la otra parte es para entrenar. 
“¿Si me preguntas si tengo tiempo para mí? La respuesta es no.”
Este año @paolongoria participará en los Juegos Panamericanos,  un momento soñado al ser los primeros, pero donde nuevamente tendrá que aguantar la presión de tener al resto de las racquetbolistas mundiales encima de ella.
“Va a estar una de mis rivales a morir, la norteamericana Rhonda Rajsich. Ella es la del pique”. Y sin dejar de mostrar la vitalidad que le ofrecen sus 22 años de edad, asegura que planea romper sus récords en Guadalajara y que esa es su mayor motivación.
Paola recuerda que a los ocho años, en alguno de sus campamentos de verano, alguien le dijo que tenía talento con las raquetas y como la de tenis era muy pesada, optó por el camino de su actual pasión. 
Sobre su hogar y momentos significativos.
“México es lo es todo para mí, la gente que me apoya, mi familia y la comida están aquí. De he hecho recibir el Premio Nacional al deporte en 2010, fue uno de los momentos que me marco en la vida.”
A pesar de la ajetreada vida, la potosina encontró tiempo para enamorarse durante una concentración en Nicaragua. Su novio es gringo, práctica la misma disciplina y también participará en los panamericanos.


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